martes, 25 de febrero de 2014

Beitou

¡Hola! Hace unos días, aprovechando el buen tiempo (que ha desaparecido por completo últimamente, por cierto) fuimos a ver Beitou, un distrito en las afueras de Taipéi conocido por sus aguas termales. Se puede llegar en metro (línea roja hasta Beitou y cambio a Xinbeitou, una línea especial que solo tiene una parada y que está adornada así de bonita):

Metro a Xinbeitou
Metro a Xinbeitou
Metro a Xinbeitou
Metro a Xinbeitou
Parada de metro de Xinbeitou
El sitio es muy turístico y está preparado para poder llegar a los sitios de interés para los viajeros sin tener que caminar mucho (sí, a los taiwaneses en general no les gusta caminar ni esperar para comer, así que tiene que estar todo cerca o que se pueda ir en moto y cuando se sientan a la mesa hay que servirles la comida en 2 minutos, eso es como una norma no escrita del país).

Nada más llegar hay un pequeño parque con la biblioteca, que es un edificio de madera de varios pisos espectacular.

Biblioteca de Xinbeitou
También hay otros edificios tradicionales. Esto, si no me equivoco, es un museo que originalmente era un hotel con aguas termales construido durante la ocupación japonesa.
¡Pillada!
Lateral del museo
Cuando paseábamos por el parque nos encontramos la actuación de este chavalín, que empezó a tocar y reunió a una buena cantidad de curiosos. Lo hacía bien. Su padre estaba frotándose las manos al otro lado de la calle, pensando en el dinero que se iban a sacar en un rato ;P


A lo largo del parque se podía notar como algunas de las corrientes del río eran de agua caliente, y la gente las aprovechaba y bajaba a remojarse los pies.

Río

Gente disfrutando del agua caliente del río

Gente disfrutando del agua caliente del río
Y en la parte de arriba del río, un lago de aguas termales. No le hicimos foto, pero creo que en el cartel de información del sitio ponía que el agua estaba a 93 grados o así.
Aguas termales muy calentitas

Aprovechando que estábamos en el distrito más alejado, que fue un pueblo independiente a mediados del siglo XX, nos adentramos por las callejuelas menos turísticas para ver qué encontrábamos. Encontramos señales a otro museo que estaba en lo alto del pueblo, y como echamos de menos las cuestas de nuestro pueblo decidimos subir a ver qué nos encontrábamos...

Potos más grandes que la mano
Y nos encontramos el museo tradicional al final del pueblo :)

Entrada al museo

Entrada al museo

Entrada al museo. El mueble de la izquierda es para guardar los zapatos antes de entrar.

Decoración del jardín
A la vuelta decidimos buscar el templo de Puji (creo que se escribe así) que habíamos leído que valía la pena en otro blog de viajes y, después de dar cincuenta mil vueltas, lo encontramos. Hélo aquí:

Templo de Puji
Como véis, es un sitio bastante pequeño y escondido. Lo curioso es que mantiene la estética japonesa, más sencilla y menos recargada que los templos rojos y llenos de dragones de la tradición china. 

Y de bonus track, la cesta de la compra de una señora que encontramos en una terraza ;)


Lo del transporte de animales es pa' mear y no echar gota. Se podría escribir una tesis sobre el tema... A ver si conseguimos fotos y os lo enseño, porque os vais a quedar a cuadros.

¡Saludos!

S.


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