Sí, es un invento japonés, ¡cómo no! |
El funcionamiento es sencillo: coges el trasto por el mango, te lo apoyas en la frente a la altura donde quieras pintarte las cejas y pintas en el agujero de la plantilla con un lápiz de cejas o lo que se tercie según el caso.
¡Y se acabó salir a la calle de esta guisa!
Un saludo,
S.
Pues a mí me parece de lo más útil y que os tendríais que traer uno para acá cuando vengáis... ¡Un abrazo!
ResponderEliminarSilvia
Miedito!!!!!
ResponderEliminarCris
pues en la foto a primera vista parecia un jugete erotico... el TT
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